Cuando ocurre un incendio nuestra casa, lo primero que hay que hacer es buscar un lugar seguro y llamar a los bomberos (132): es asunto de profesionales. Sin embargo, entre la primera llamarada y lo que podríamos llamar un incendio contamos con unos segundos que no podemos malgastar.

¿Echarle agua a la sartén? NUNCA: el agua es el mejor amigo del fuego en la cocina y, lejos de lo que se suele creer, no lo apaga, sino que, en pequeñas cantidades (vasos y cubos de agua), aviva las llamas.  ¿Qué podemos hacer si al volver a la cocina nos encontramos…

• …con una hoguera en nuestra sartén? Mantener la calma. Apagar un fuego tan limitado es muy sencillo: basta con usar una tapa de olla. Con calma, coloca la tapa en el borde de la sartén y, con cuidado, empuja la tapa desde el borde a fin de cubrir la llama. Cuando la llama quede totalmente cubierta por la tapa, el fuego consumirá rápidamente todo el oxígeno que quede en la sartén y desaparecerá.

• …con que las llamas de la sartén se están propagando? Si cuentas con un extintor en casa y ves que el fuego está consumiendo un mueble pero no hay alrededor ningún otro mueble inflamable (las llamas sienten especial apetencia por la madera o los manteles), podrás extinguir el fuego con el extintor. Ahora, si ves que el fuego se extiende rápidamente por muebles y paredes y que la habitación se está llenando de humo, es turno para los profesionales: abandona la cocina, cierra la puerta y llama a los bomberos. Si no es éste el caso y únicamente hablamos de un armario colgante consumiéndose, puedes acabar con el fuego tú mismo. Despacio, colócate a un lado del fuego, aunque frontalmente, y, con un movimiento decidido, dispara el extintor hacia la base de las llamas, y desde ahí sube hacia las puntas. Si nunca has usado un extintor, practica antes en otra habitación de la casa (aunque ya deberías saber usarlo).